Este fin de semana lo hemos dedicado a hacer turismo, ya hemos hecho algo de turismo en la ciudad, pero este finde ha sido un poco diferente. Estábamos más sueltos. Ya empezamos a sentir mas esto como algo familiar y se ve de diferente manera.
El viernes, quisimos subir a la "Handcock Tower". Es la torre más alta del hemisferio Norte y lo más importante es gratis subir. Hay otra torre famosa en Chicago la "Willis Tower", pero para subir a esta hay que pagar y bastante, si eso lo multiplicamos por 4, no os cuento donde se va el pico. Pues bien, el viernes cuando mi marido salió de trabajar estábamos en casa esperándolo, pero sin prisa, ya sabéis a eso de las 4 o 4:30 pues nos tomamos nuestro cafecito tranquilamente en casa, nos contamos nuestras cosas, nuestros niños jugaron, y a eso de las 5:30 o 6 salimos de casa. Esa mañana ya habíamos empezado a notar frio. Yo cogí las cazadoras para mis niños y para mi, mi marido dijo que el no la necesitaba. Mas tarde se arrepintió!!!
Cogimos el EL, es como el metro pero elevado, se llama EL de Elevator. Es elevado hasta que llega al Loop ahí es subterráneo. Lo cogimos desde nuestro barrio hasta el Loop, se tarda unos 40 minutos en total. Llegamos al Loop y al salir del metro, menudo frío hacia!! Como en nuestra navidad en España. Encima llovía, era como una lluvía de agua-nieve. Dios que frio!! Tras andar unos 10 minutos desde el EL llegamos a la Torre Handcock, entramos y encontramos la subida al restaurante. La subida a la torre es gratis porque arriba tiene un restaurante y una zona para picotear. Al llegar al ascensor hicimos cola y un señor nos dijo "drinks o restaurant", nosotros dijimos drinks, no podemos permitirnos el restaurant ni de lejos, así que entre "susto y muerte" elegimos susto. Mal hecho, porque entonces nos dijo que con niños solo se puede ir a drinks antes de las 7. Eran las 7:15. Realmente no hace falta tomar nada arriba, pero eso lo descubrimos después, podíamos haber dicho restaurant, subes y una vez allí te das una vuelta por la planta observando las magnificas vistas y cuando te cansas te bajas y arreglado.
Al salir de la torre, hacia un frío del demonio mezclado con un viento típico de aquí. Chicago es conocida como la ciudad del viento. Nosotros en España vivimos en una ciudad con mucho viento, o eso creía yo hasta que he conocido esta. Ostras que frío. Mi marido helado, pero helado, lo estaba yo que llevaba 5 capas y una bufanda, imaginaros. Pensamos buscar algo por allí para cenar. Pero conforme andábamos un poquito vimos que en los bares no había niños. Vamos que a las 7 no se va con niños a ningún lado, a esa hora todos en casita que ya es muy tarde para ellos.
En este sentido de horarios, todavía tenemos que espabilarnos un poco, ya nos ha pasado en varios sitios. Hace unas semanas llegamos al visitar el zoo, otro lugar gratuito para visitar en Chicago. Llegamos alas 6:10 y cerraban a las 6. En fin, españoles por el mundo, es lo que tiene!!!
De todos modos al final este fin de semana hicimos todo lo que queríamos hacer eso si, ya mas "a la fuerza" espabilados. El sábado, nos levantamos temprano, nos hicimos unos bocatas para almorzar, no nos planteamos comer en un restaurante porque al final sale bastante caro. No es que sea excesivamente caro, pero comeríamos hamburguesas o perritos o pizzas todos los días y para eso preferimos un buen bocata hecho en casa. Llegamos al torre Handcock y fenomenal, subimos a ese ascensor con mucha mas gente, y nos hicimos 96 plantas en menos de un minuto. Impresionante. La velocidad del ascensor no se nota, pero se cargan un poquito los oídos, eso sí. Las vistas desde arriba una pasada! Arriba hay dos partes, una zona de restaurante, vimos algunas mesas en plan romántico y otras de gente de pasta comiendo con toda la familia, la verdad que el restaurante es ideal, es todo una cristalera entera, de arriba a abajo con vistas al lago. La otra parte es la zona de bebidas, con las mesas mas pequeñas. Aunque no hacia falta tomar nada, porque nadie esta vigilando si te sientas o no, nos sentamos y nos pedimos unas cervezas a $8, merecía la pena pasar ahí un rato, viendo la ciudad. El aseo de las mujeres una pasada, una pared era cristalera entera de arriba a abajo. Impresionaba!.
Ese mismo día, mas tarde, entramos en un Starbucks, es lo más americano que hacemos. Pedirnos un cafe en el Starbucks y llevarlo en la mano. Nos hicimos un lío con el camarero, porque no nos pidieron el nombre (si habéis ido al Starbucks normalmente te piden el nombre y lo escriben en el vaso) y, cuando estaba preparado el café yo entendí que decían "cafe latte" que era lo que me había pedido, y lo cogí. Cuando saliamos por la puerta oí al camarero que repetia "latte", "latte", y pensé ese va a ser el mio de verdad. Pero ya me dio vergüenza volver, le había puesto azúcar y condimentos al que había cogido antes. Así, acabamos tomando un cafe con chile. Bueno, no estaba malo, picante, pero tenía su punto. Jejeje! Mi marido fue quién se lo tomó casi todo. Es un bendito!
El sábado visitamos el zoo, es gratis, y es una maravilla. No nos dió tiempo a verlo entero. Volveremos. Ah! y comimos churros, parecidos a los de España. Muy ricos.
Pero que bien. Ya empezais a disfrutar mas de vuestra gran aventura americana... Lo del cafe picante.... Eso tengo que probar! Besis familia
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