Esta semana hemos celebrado el
día de Martin Luther King. Lo que nos ha supuesto un día menos de clase. Además
cayó en lunes, así que hicimos un fin de semana largooo!
En el cole han estado hablando y
haciendo actividades relacionadas con este tema, con la igualdad entre blancos
y negros. Chicago es una ciudad bastante segregada, no solo entre blancos y
negros, entre muchas más nacionalidades. Esta ciudad, como la mayoría de
Estados Unidos, pero está especialmente tiene población de muchísimas orígenes
distintos: Afroamericanos, latinos, polacos, indios, italianos, etc. Así podemos encontrar dos barrios mejicanos
(Pilsen y La Villita), un barrio italiano Little Italy, un barrio polaco, un
barrio chino, y varios barrios ubicados en diferentes sitios con mayoría de población
negra.
Como generalmente ocurre en las
grandes ciudades, los barrios más deprimidos están en el sur y digamos que la
gente suele tener un nivel socioeconómico bastante bajo. En Chicago, la mayoría
de la gente de estos barrios es de origen afroamericano.
Pues bien, mi hijo mayor, el
príncipe Hache, empezó a preguntar cosas sobre Martín Luther King. Que que
había pasado? Que porque era famoso? Que quién lo había matado? Que como? Que por qué?. Ya sabéis,
todas estas preguntas que hacen los niños que a veces no sabes muy bien cómo
explicárselas para no dañar su todavía mente inocente!. Después de haberle
contestado y con las cosas que ha aprendido en el cole sobre la segregación
entre blancos y negros, las injusticias que se cometieron, etc… me dice: “Mama,
no entiendo una cosa, ¿Cómo sabían distinguir quien era blanco y quien era
negro?”. No me podía creer la pregunta. Le digo, “¿pero porque dices eso?”, “Dice
no sé, como los distinguían si somos todos iguales”. Le digo: “por el color de
la piel”, “me dice, ah claro!, yo pensaba que igual por la camiseta” y termina
rematando “pero no tiene sentido que los distinguiesen por el color de la
piel”. Digo “no, amor, claro que no, ese era el problema”.
Casi me eché a llorar de mezcla
de emoción y risa. Mi hijo tiene un amigo de su cole de España, con el que
empezó el cole y ha cursado hasta 1º de primaria, que nació en Etiopia. Él dice
que su amigo tiene la piel de color marrón. Fijaos si sabe perfectamente el
color de la piel de cada uno, pero en su pequeña-gran cabeza no cabe que esto
pueda ser lo que distinga a las personas. Emocionante no!!!!
¡Qué bonita es la inocencia!
ResponderEliminarOhhhhhhhh que bonito Nieves...así deberia ser..
ResponderEliminarOhhhhhhhh que bonito Nieves...así deberia ser..
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